De como Aurora conció a Alejandro (fragmento de un fragmento)
[...] En el monte conoció las bondades de la luna. Esa luna de plata tan misteriosa como ella sola le dijo en noche clara que los hombres se habían olvidado de su sonrisa. Aurora sonrió. Se durmió consciente de que jamás había amado a un hombre tanto como amó a Alejandro. Y pensó. Ese hombre era la perdición de su vida y la alegría también. Cuando se conocieron ambos ya habían vivido dieciocho años. Aurora tenía un vestido rosa que le colgaba como si fuera un manto de seda que cubría su cuerpo redondo, rosado y desnudo. Estaba sentada jugando con un caracol de terciopelo [...]. Tan suave el caracol que lo pasaba por su rostro cual jabón cremoso que limpia los poros, abriéndolos y dejando salir los gusanos del añejamiento. En ese tiempo, Aurora era joven. Su piel era tan tersa como una manzana roja de amaneceres de marzo. El caracol le servía de juguete, más que nada. Sus pies descalzos se hundían en el lodo amarillento y se masajeaba los dedos de los pies con esa viscosa solución. En ese momento de completa intimidad con su cuerpo, conoció ella al hombre que le robó la mirada. Alejandro pasó juvenil en su caballo azabache por frente de la casa de Aurora. Era un muchacho fornido, de espalda ensanchada por el trabajo forzoso y las manos agrietadas por el sudor de la tierra. Sin embargo, tenía en la mirada el brillo de un niño y sus labios eran tan rojos como las frambuesas jugosas que crecían en el jardín de Aurora [...].
4 Comments:
Mhmm.
Noto un poco enamorada a Aurora, estos últimos posts.
¿Situación actual? ¿Recuerdos? ¿Remordimientos?
J.C.
aurora siempre está enamorada.
caso contrario es el mío.
Muy lindo escrito, tiene unas imagenes que te hacen volar la imaginación y eso me atrapa de los escritos.
Elva*
aroa te quiero soy alejandro leon perez
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